La evaporación natural del agua de mar, resultado del efecto complementario del viento y del sol sobre el agua del mar almacenada en los cristalizadores de nuestras salinas, permite la obtención de una salmuera saturada en cloruro de sodio y la posterior cristalización de la sal que cosechamos.

En función del uso que se le quiere dar, diversos procesos de tratamiento como el secado a alta temperatura ó el cribado ó molturación para obtener diferentes granulometrías, permiten fabricar los distintos tipos de sal de acuerdo a la exigencia de los usuarios para necesidades tan variadas como:

Viabilidad invernal: Bajando el punto de congelación para evitar la formación de placas de hielo en las carreteras

Industria textil: En la industria textil la sal es utilizada en forma de soluciones saturadas (salmueras) para separar los contaminantes orgánicos en las fibras y para blanquear las fibras textiles.

Curtido de pieles. En estas industrias la sal es empleada para inhibir la acción microbiana en las pieles, así como para restarles humedad.

Perfumería y jabones: Para la separación del jabón de otros componentes de su fabricación (“sangrado”) se utiliza sal.

Colorantes y pigmentos: La sal se mezcla con los colorantes para estandarizar los concentrados y favorecer la absorción de los colorantes para unificar las telas

Metalurgia. En metalurgia se utiliza para el procesado y manufactura de metales tales como el aluminio, el berilio, el cobre, el acero y el vanadio, entre otros.

Vidriado de cerámica: Añadiendo sal a la cerámica en un horno a 1.300 º se consigue el vidriado de la cerámica.

Sondeos marinos: Para los sondeos de exploración y explotación de hidrocarburos en fondos marinos se utiliza la sal para evitar fundamentalmente la disolución de masas salinas que ensancharían el sondeo.